martes, 26 de febrero de 2013


…CONTINUACIÓN

02. ROUSSEAU

Henri Rousseau terminó con la visión sensual, exótica y mágica que sobre lo primitivo había sembrado Gauguin. Rousseau, ironías de la vida, nunca conoció los parajes exóticos y de ensueño que reflejaban sus cuadros para los que se inspiraba en sus paseos por los invernaderos del Jardín Botánico.



Una de las anécdotas más referenciadas por los estudiosos es el banquete que, en honor a Rousseau, organizó Picasso en su propio estudio en 1908: el Aduanero “tomó con la mejor fe un homenaje que se rendía a su genio (...) el proyecto entusiasmó a todo el grupo, encantado de poder gastarle una broma al aduanero (...) después de cenar todo Montmartre desfiló por el estudio.” Fernande Olivier la pareja de Picasso por aquellos años, llega a detallar las escenas de compañerismo que se produjeron en aquella velada en la que no faltaron vino, comida y música: Rousseau deleitó con su violín a los presentes y Apollinaire dejó escrito el poema dedicado a Rousseau y que posteriormente favoreció la leyenda sobre la estancia en México del pintor naïf. Su obra forma parte de las adquisiciones del Louvre y sigue siendo para muchos visitantes un artista que, como tantos otros, acabaría sus días en soledad y sumido en una pobreza tal que hasta su amigo Delanuay y su casero tuvieron que comprarle la lápida en la que “Apollinaire escribió un poema de despedida.

CONTINUARÁ…

1 comentario:

  1. Ese París de 1908 debió la ser la pera marinera con tanto alcohol y tanto cuadro. Es una pena que artistas hoy adorados, vivieron de mayores una pobreza que les imposibilitó vivir con desahogo. Eran unos tiempos extraños y ha tenido que ser la mirada del tiempo lo que ha puesto a cada pintor en el sitio que se merece.

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